No es ficción. Ese pueblo existe. Se llama Green Bank y está en estados Unidos, cerca de Washington. En él viven 143 personas que tienen prohibido utilizar teléfonos móviles, Wifi, Bluetooth u otras tecnologías modernas. ¿Sabéis por qué?
La razón, según no cuentan en Antena3: «no interferir en un enorme telescopio del Gobierno, que tiene prioridad y ha conseguido atraer al municipio a personas electrosensitivas».
El pueblo está en una de las zonas habitadas más tranquilas del planeta. Como decíamos, tiene 143 habitantes, algunas explotaciones ganaderas, graneros de madera, y un supermercado.
Eso sí… Aunque suene extraño, los científicos que allí trabajan lo hacen con una de las tecnologías más modernas del mundo, pero luego en sus casas no tienen un microondas para calentar su comida o un móvil para poder conectarse a Internet. Sí pueden usar Internet por cable y teléfonos de línea fija, pero afirman que funcionan muy lentos.
Este lugar al margen de las tecnologías modernas, consideradas casi imprescindibles hoy, se ha convertido en un oasis para los tecnófobos y para aquellas personas hipersensibles a las ondas electromagnéticas.
